Las enfermedades más
frecuentes son los problemas de hígado como la cirrosis hepática, problemas de
páncreas o de estómago, también pueden padecer problemas del sistema nervioso
central y periférico (temblores,descoordinación o problemas de memoria),
disfunciones sexuales, trastornos alimentarios (la persona prefiere beber a
alimentarse),hipertensión o también problemas psicológicos como pueden ser la
depresión, la ansiedad o episodios psicóticos.
Especial mención hay
que hacer con el abuso de alcohol en el embarazo ya que además de los citados
problemas en la madre, las consecuencias para el feto pueden ser muy
importantes y además de problemas físicos pueden sufrir problemas de
crecimiento y retraso del desarrollo.[3]
[editar] Impacto
social
El alcoholismo supone
un serio riesgo para la salud que a menudo conlleva el riesgo de una muerte
prematura como consecuencia de afecciones de tipo hepática como la cirrosis
hepática, hemorragias internas, intoxicación alcohólica, hepatocarcinoma,
accidentes o suicidio.
El alcoholismo no está
fijado por la cantidad ingerida en un periodo determinado: personas afectadas
por esta enfermedad pueden seguir patrones muy diferentes de comportamiento,
existiendo tanto alcohólicos que consumen a diario, como alcohólicos que beben
semanalmente, mensualmente, o sin una periodicidad fija. Si bien el proceso
degenerativo tiende a acortar los plazos entre cada ingesta.
El consumo excesivo y
prolongado de esta sustancia va obligando al organismo a necesitar o requerir
cantidades crecientes para sentir los mismos efectos, a esto se le llama
"tolerancia aumentada" y desencadena un mecanismo adaptativo del
cuerpo hasta que llega a un límite en el que se invierte la supuesta
resistencia y entonces "asimila menos", por eso tolerar más alcohol
es en sí un riesgo de alcoholización.
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